Un símbolo de la rapiña capitalista sustituye a la estatua de Lenin en Bucarest
El ayuntamiento de Bucarest ha gastado 2 millones de euros de dinero
público para ubicar en el pedestal donde hasta poco después del golpe de
estado de 1989 se alzaba la estatua de Lenin del escultor rumano Boris Caragea,
y lo ha hecho eligiendo el proyecto del artista posmoderno Mihai
Buculei, que, en el marco del arte al servicio del gusto de la
burguesía, propio de las tiranía capitalista, ha realizado su obra
"Alas", con las que quiere hacer un homenaje al triunfo del capitalismo
sobre el comunismo.
Para ello ha elegido la mar de bien, pues sobre el pedestal donde antaño
estuvo Lenin, como símbolo del triunfo de la clase trabajadora sobre
sus parásitos, se construyen tres alas metálicas de, indudablemente, un
ave de rapiña, que representa con insultante y certera sinceridad la
forma en la que crece y se reproduce el capitalismo.
El nuevo monumento, a punto de
inaugurarse, representa bien a la ideología anticomunista propagada y
publicitada con enorme esfuerzo por la minoría que se adueño del poder
en diciembre de 1990 y que, desde entonces, ha utilizado las
instituciones del estado para saquear, para beneficio propio o de
amigos, como también y principalmente de los amos de las potencias
coloniales de occidente y oriente, la riqueza producida por los
trabajadores rumanos.
El intento de sustituir a Lenin es muy ilustrativo. No solo porque,
curiosamente, los ideológos han acertado de pleno al representar el
cambio que ha supuesto la sustitución de la estatua del líder comunista,
guía de la clase obrera mundial, por las alas del ave de rapiña
capitalsita, sino también por la calidad y belleza de la obra: "Las
Alas" es una más de las obras del arte posmoderno en las que la técnica,
el esfuerzo y la belleza se someten a la tiranía de la simpleza, la
superficialidad y la fealdad, todo en aras de la futilidad y vacuidad
que define tanto a la mercancia como al hombre en los regímenes
sometidos a la tiranía de la clase capitalista.
La estatua de Lenin, que se intenta hacer olvidar con tres alas
agujereadas que representan, dicen, la lucha contra el comunismo, se
inauguró el jueves 21 de abril de 1960, un dia antes del 90 aniversario
del nacimiento de Lenin, la plaza frente al edificio que era sede del
periodico Scanteia, periódico del Partido Comunista de Rumania, estaba
llena de trabajadores. El acontecimiento estaba presidido por los
lideres del partido.
Estatua de Lenin frente a la Casa Scanteia |
La estatua era obra del escultor Boris Caragea (1906-1982), uno de los
principales exponentes del Realismo Socialista, el arte del pueblo, al
servicio de la clase trabajadora, rumano. La estatua se alzaría en el
lugar para el que fué creada hasta poco después del golpe de estado de diciembre de 1989, cuando las autoridades decidieron retirarla,
a través de una agria tragicomedia, muy del gusto de los guionistas de
los servicios de inteligencia de las potencias capitalistas, en la que
un grupo de supuestos trabajadores la derribaran en nombre de la
libertad de unos pocos el 4 de marzo de 1990.
El monumento "Las Alas"" ha sido criticado también por su excesivo coste, y por su fealdad, que contrasta con la impresionante monumentalidad del edificio que hoy han denominado Casa de la Prensa Libre (paradójico nombre cuando es conocido que los medios de propaganda del capitalismo, diversos pero al servicio de los mismos intereses, solo repiten lo que beneficia a los que los financian, es decir, los que atesoran el capital robando el producto del trabajo de otros).
El monumento "Las Alas"" ha sido criticado también por su excesivo coste, y por su fealdad, que contrasta con la impresionante monumentalidad del edificio que hoy han denominado Casa de la Prensa Libre (paradójico nombre cuando es conocido que los medios de propaganda del capitalismo, diversos pero al servicio de los mismos intereses, solo repiten lo que beneficia a los que los financian, es decir, los que atesoran el capital robando el producto del trabajo de otros).
Sin embargo, y por supuesto, también han surgido las lógicas críticas al
feo monumento anticomunista por lo que realmente quiere representar.
Así, el joven ilustrador Laurentiu Ridichie,
del que hemos compartido algunas obras en otras entradas de este blog,
ha realizado una ilustración donde se representan, con atinado acierto,
las intenciones reales que pretende expresar, más allá de adornos y
maquillajes, el nuevo monumento que pretende sustituir a Lenin: el robo a
los trabajadores, el saqueo de la riqueza nacional, la tiranía del
capital frente al trabajo, es decir, la rapiña capitalista:
Ilustración de Laurentiu Ridichie: las alas del capitalismo rapiñando a los trabajadores |
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